El nombre del chile pasilla proviene de su color café obscuro, y su aroma a pasa. Al madurar, este largo y delgado fruto de color verde obscuro y brillante, adquiere un color café chocolate obscuro y una alta calidad que es uniforme. Cuando se usa fresco, el pasilla se llama chilaca, y agrega un rico sabor a salsas y enchiladas. Este chiles es excelente para secar en vaina o aún en la planta, y es muy importante para los sabores ricos y complejos del mole. (50 días)
De color verde obscuro y brillante, el chile pasilla ofrece un sabor suave pero a la vez complejo. Su sabor combina cualidades suaves y herbáceas, con notas de mora y uva. El chile pasilla tiene una carne gruesa y crece hasta tener de 15 a 20cm de largo. Puede variar desde ser suave, hasta llegar a ser bastante picante. Su color obscuro proviene de la mezcla de pigmentos rojos y verdes de la planta. A medida que madura, se torna rojo y desarrolla un sabor dulce.
Estos chiles son una excelente fuente de vitaminas C y B, además de proveer cantidades significativas de hierro, niacina, tiamina, magnesio y riboflavina. Estos chiles no contienen colesterol ni grasas saturadas, son bajos en calorías y en sodio, y tienen un alto contenido de fibra. Los chiles ayudan a acelerar el metabolismo y son excelentes para aquellos que cuidan su peso.
El chile pasilla verde siempre se cocina o se asa, en lugar de comerse crudo, para obtener un sabor más robusto y ahumado. Debido a su tamaño y el grosor de sus paredes, tradicionalmente se utiliza como un chile para rellenar. Se usa comúnmente en la elaboración de chiles rellenos, y en la preparación de moles y pipianes; además, es muy bueno en rajas. Cuando madura y se pone rojo, también es utilizado en sopas, guisos, tamales y salsas picantes. El chile pasilla, o “poblano”, se originó en la región de Puebla, al sur de la Ciudad de México. Es uno de los chiles mexicanos más comunes, y en el sur de México y en la península de Yucatán se le llama “miahuateco”.